Año nuevo, Gobiernos nuevos

02 de enero de 2010



En Jalisco hemos sido testigos de desafortunadas acciones de algunos Gobiernos Municipales; acontecimientos motivados por la desesperación que no han sabido controlar los panistas; muestras de inmadurez que nos llevan a reflexionar sobre el nivel de nuestra clase política local.

En un principio, cuando el PAN logró arribar al poder hace 15 años, se comprendía que no había tenido la oportunidad de formar cuadros dentro de la administración pública por la hegemonía priista y que si bien no la tenían, había que darles la oportunidad de hacerlo bajo la principal justificación de que “no” eran corruptos.

Así las cosas, el PAN logró convencer a la ciudadanía de que, si bien no tenían experiencia, eran una opción de gobierno que permitiría acabar con la corrupción.

Después de 15 años de gobierno, los panistas han demostrado que no lograron cumplir sus principales argumentos para ser electos; no pudieron formar una generación de políticos preparados, con vocación de servicio y con visión de Estado que se convirtieran en funcionarios con experiencia para gobernar; tampoco mantuvieron su principal argumento en l sentido de que su “honestidad” los diferenciaba de las otras opciones políticas, principalmente la del PRI.

A 15 años de gobernar, el PAN y sus políticos entregan pésimas cuentas a la ciudadanía; actúan como políticos inmaduros que no tienen experiencia y dejan administraciones municipales endeudadas y sin recursos suficientes para dar cumplimiento a las mínimas responsabilidades que tienen.

El panismo ha dejado a los nuevos Ayuntamientos en una situación verdaderamente grave; que demandará de toda la imaginación, dedicación y capacidad para salir adelante.

Los últimos meses hemos visto cómo las administraciones panistas han intentado todo lo imaginable para acomodar a sus equipos para que sigan viviendo de la nómina y como han dificultado la transición de gobierno mediante la terrible costumbre de ocultar la información.

Pero eso terminó, inicia un año nuevo y con él entran en funciones las nuevas administraciones, quienes deberán de estar preparadas para todo, sí, todo; ya que durante el proceso de transición pudieron darse cuenta de algunas las anomalías en las administraciones anteriores, pero, ahora que ya son gobierno, seguramente podrán darse cuenta de la situación real en que se encuentran.

Creo que nadie desea el inicio de una casería de brujas en las nueva administraciones priistas, pero, estoy seguro de que la ciudadanía exigirá que, en el caso de encontrarse antecedentes de malos manejos, actos de corrupción u omisiones se castigue con todo el peso de la Ley a aquellos funcionarios que no cumplieron con su obligación y que abusaron de sus encargos.

Se requerirá de mucho valor e inteligencia para hacerlo, ya que no se debe politizar el asunto de verificar las razones por las cuales muchos Ayuntamientos se encuentran insolventes; no se debe hacer ésta revisión con fines políticos, debe atender única y exclusivamente a la responsabilidad que tienen las nuevas Administraciones Municipales con la ciudadanía.

El año comenzó y con él la esperanza de que los nuevos presidentes municipales estén a la altura de su tiempo y tengan la madurez política, la capacidad de gobierno y la honradez que pareciera ser no tuvieron los Gobiernos anteriores. Un año nuevo que inicia con la esperanza de que los ciudadanos contemos con proyectos de gobiernos claros y eficaces que contribuyan a mejorar la calidad de vida de los jaliscienses. Éste es el reto para el año que comenzó.