Creel: “ni se ve, ni se siente”

26 de agosto de 2004



La próxima semana comienza el siguiente periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Union  y hasta ahora no podemos ver que existan condiciones para que el Ejecutivo Federal pueda impulsar algunas iniciativas que se traduzcan en reformas.

El periodo ordinario que inicia el primero de septiembre y concluye el 15 de diciembre, es particularmente importante para el presidente Fox. La importancia radica en que es precisamente durante este periodo que inician la discusión sobre la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos, tema fundamental para cualquier gobierno pues ahí se define con cuanto dinero contara y en donde lo aplicara.

Mucho se habla sobre el desempeño de los Legisladores, afirmaciones como que “el Congreso no deja trabajar al presidente” o “el freno del cambio son los legisladores de la oposición” o “el Congreso no trabaja” son algunas frases que demuestran la percepción que tenemos los mexicanos sobre quienes integran al Poder Legislativo Federal.

El problema sobre la eficacia parlamentaria es mucho mas profundo y complejo; de hecho tiene que ver mas con el Ejecutivo Federal que con el propio Organo Legislativo; el problema de fondo es que el presidente Fox no ha encontrado la forma políticamente correcta de impulsar alguna de los dos tipos de reformas que debe tener planteadas hacer (interés de agenda personal y de partido; y, necesarias para el país) y que ha demostrado su falta de oficio político, de estrategia y operación política en todas las ocasiones anteriores en donde pretendió hacerlo.

Tradicionalmente quien detectaba, elaboraba y sustentaba la necesidad de una iniciativa de reforma y posteriormente la impulsaba cabildeando entre las diferentes fuerzas políticas representadas en el Legislativo fue invariablemente el Ejecutivo.

Por que tradicionalmente el Ejecutivo hacia todo el trabajo? No necesariamente era por dar linea o por obligar a los Legisladores a que aprobaran tal o cual medida; el hecho tenia que ver mas por cuestiones técnicas y económicas que por cuestiones políticas.

Es muy sencillo explicar el por que recae en el ejecutivo mayor responsabilidad, es el Gabinete Legal y Ampliado el que dirige las secretarias de estado, son los funcionarios públicos quienes cuentan con la infraestructura necesaria para poder expresar en una iniciativa las necesidades y requerimientos de su área de responsabilidad; es el Ejecutivo Federal quien cuenta con las herramientas técnicas, la experiencia practica, los recursos económicos y, lo mas importante, quien en la mayoría de los casos aplicara o ejecutara lo señalado en la iniciativa.

Hasta aquí todo claro, pero usted se preguntara: como es posible entonces que hasta ahora el Ejecutivo no ha podido hacer que se aprueben sus iniciativas; como es posible que teniendo todo para hacerlo no exista ejemplo alguno que demuestre que el presidente Fox ha logrado impulsar una iniciativa y que esta se convierta en reforma.

La respuesta es muy sencilla: Fox no cuenta con operadores políticos estratégicos ni formales. Quien es, o mas bien, quien debe ejerces esa función es el Secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, quien hasta ahora pareciera no existir.

De hecho el mismo justifico si ineficiencia en una entrevista diciendo que el Secretario de Gobernación “no se ve, pero se siente” y lo que realmente debió decir es “no se ve, ni se siente”.

En cuanto a la falta de operación política del responsable de la política interna del país y de la relación con el Congreso los ejemplos son muchos y la preocupación es solo una: podrá el Secretario de Gobernación hacer su trabajo con resultados; seguramente los legisladores así lo esperan y los mexicanos en general así lo deseamos.

Realmente es alarmante la percepción que tienen los principales actores políticos del Congreso sobre el papel que juega Santiago Creel en el gobierno federal, o mas bien el desempeño del Secretario cuando de política interna se trata. La mayoría coincide en que Creel es un extraordinario conversador, que tiene un carácter que le permite aguantar casi cualquier ataque frontal y continuar dialogando con su agresor y que tiene una virtud muy grande: siempre esta dispuesto a enfrentar sus problemas.

Cualquiera podría decir que con ese perfil es un extraordinario Secretario de Gobernación con quien todos se pueden sentar a buscar acuerdos; pero la triste realidad es que efectivamente es muy bueno para lograr acuerdos en la mesa, pero no tiene la capacidad para operarlos, para conducirlos, vamos, para que los acuerdos tomados se vean reflejados en acciones.

Santiago Creel es el hombre que a muchos les puede caer bien pero que pocos lo buscarían cuando de resolver algo se tratara.

El Congreso requiere de un interlocutor del gobierno federal con capacidad de operar los acuerdos que se tomen, de impulsar medidas necesarias para la construcción de las mayorías, en fin se requiere de un operador político con capacidad de ejecución y éxito. Donde puede estar, no lo se, pero el presidente Fox lo necesita, el Congreso lo requiere y el pueblo lo exigimos.