El Circo mexicano

20 de enero de 2011



Es evidente que algo está mal, muy mal, en la lucha contra la delincuencia organizada; pareciera que en su desesperación por generar la percepción de que la “Guerra” se está ganando, el Gobierno Federal ha recurrido a los más bajos recursos de la política: pan y circo.

Es un hecho que el Gobierno de Felipe Calderón ha realizado un gran número de detenciones de encumbrados capos de la delincuencia organizada, eso hay que reconocerlo, el problema radica en verificar cómo se procesan y qué penas les adjudica la “Justicia” mexicana.

Casos, existen muchos, tenemos el más emblemático: en 1993 se realiza la detención de uno de los principales capos de la mafia, gran logro para el gobierno federal, pero qué sucede; en el 2001, a pocos meses de que Vicente Fox protestara como presidente de México, Joaquín "El Chapo" Guzmán logra escapar de la prisión de “alta seguridad” de Puente Grande Jalisco, Estado con un gobierno panista. Qué pasó con “El Chapo” después de 10 años de prófugo, nada, sigue libre.

Así las cosas, no se puede afirmar que la “Guerra” se está ganando hasta que el presidente realice acciones de fondo dentro de la procuración de Justicia y en los centros penitenciarios, especialmente en los denominados como de “alta seguridad”. De qué sirve invertir una fortuna en recursos públicos, un sin número de vidas humanas y poner en riesgo a la población para detener a los delincuentes, si al final saldrán libres por algún tecnicismo jurídico, por la mala integración de la averiguación previa o por que se fugará de la prisión.

El presidente, de forma irresponsable, le ha pasado la responsabilidad al Poder Judicial, de hecho ha realizado severas críticas por su desempeño, asunto no menor viniendo de un presidente. Es cierto el Poder Judicial merece respeto en su autonomía, pero el Ministerio Público sí depende del Ejecutivo y es la primera instancia en la que se soborna, corrompe y se arreglan los asunto penales; podemos decir que es la parte más importante ya que integra la averiguación previa que sirve de fundamento al juez, es quien aporta pruebas y representa a la ciudadanía.

En nuestro país se vive una gravísima crisis en la procuración de justicia, los Ministerios Públicos tienen una carga de trabajo que es humanamente imposible de atender y los sueldos no coinciden con la responsabilidad, lo que los hace sujetos de ser sobornados fácilmente.

El presidente Calderón debe asumir su responsabilidad de forma completa, debe resolver lo que está dentro de su esfera de responsabilidades y dentro de ella se encuentra la procuración de justicia.

Calderón no puede generar la percepción de que la guerra se está ganando, cuando él mismo reconoce que existen muchas posibilidades de que dejen libres a los detenidos o, en su defecto, se puedan escapar de un centro de “alta seguridad”.

Hacer circo para los mexicanos no es la respuesta; el caso del delincuente conocido como “El JJ” es una muestra de que existen diferencias en el trato para los detenidos de gran impacto; cómo se explica usted que a unas horas de ser detenido dicho delincuente le permitan tener entrevistas para los medios de comunicación; sólo existe una explicación, darnos circo a los mexicanos.

La conducción de un país requiere responsabilidad y carácter, no necesitamos que el presidente nos diga lo que todos sabemos, le exigimos que resuelva lo que le corresponde, no más, pero tampoco menos.