El nuevo PAN, sin visión, ni vocación de Gobierno

31 de enero de 2010



Hoy inicia la 59 Legislatura del Congreso; una Legislatura que comienza con el embate del Partido en el Gobierno del Estado; una Legislatura que inicia en el año en que conmemoramos el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución Mexicana; una Legislatura que por primera ocasión, desde que arribó el PAN al Gobierno, contará con una mayoría del PRI.

Un Gobierno que no logra la mayoría en el Congreso debe buscar, por conveniencia propia y por el bienestar de la población que gobierna, realizar acciones que permitan allanar el camino para lograr una respetuosa relación con los diputados de oposición; debe enfocarse a permitir y procurar la construcción de una alianza por su Estado; lo peor que puede hacer es confrontar, amenazar u obstaculizar a la mayoría opositora.

El PAN en Jalisco cometió un grave error de cálculo político e intentó, por todos los medios posibles, evitar una mayoría del PRI que por Ley existe; pero lo más lamentable es que, además de haber elaborado una estrategia política poco razonada y peor ejecutada, sólo demostró que el PAN desprecia las Leyes; el hecho de que los legisladores del PAN hayan impedido, mediante su ausencia, que se tomará protesta a los nuevos diputados, no es otra cosa que el reflejo de su autoritarismo a costa de todo.

Hoy comienzan los trabajos de la nueva Legislatura, con una mayoría opositora que seguramente tendrá registrado el terrible acontecimiento que significa el absurdo de haber evitado que los diputados electos rindieran protesta el día y hora señalados en la Ley.

El PAN y el Gobierno deben tener claro que una de sus prioridades es construir acuerdos que permitan el pleno ejercicio de las funciones de los Poderes del Estado, es una obligación y una necesidad.

Lo lamentable es que el PAN y el Gobierno, durante los últimos tres años, o ha demostrado capacidad política para construir acuerdos, no ha podido dar resultados y se ha enfocado a realizar acciones que ponen en duda la capacidad de sus funcionarios y de su partido.

No es de extrañar que los errores, la ineficacia y falta de rumbo del Gobierno y su partido sea porque están dirigidos y conformados, en su gran mayoría, por los nuevos políticos del PAN. Son cuadros que iniciaron su carrera política cuando el PAN logró ganar la gubernatura del Estado, los principales Municipios y la mayoría de los distritos. Son una generación que ha demostrado falta de oficio político y absoluta torpeza en la operación política, lo que se tradujo en una terrible derrota electoral.

Es un hecho que el PAN tendrá que recurrir a sus viejos cuadros, aquellos que lograron transitar de la oposición al Gobierno y que lo conservaron durante 15 años; deberán hacerlo por la simple razón de que, en los hechos, no han podido estar a la altura que Jalisco exige.

El nuevo PAN cerró con broche de oro su lamentable actuación y ahora ha puesto en un verdadero conflicto al Gobierno, quien tendrá que construir una relación de confianza entre los dos Poderes, después de haber pisoteado la Ley al evitar la toma de protesta de los diputados electos, objetivo nada fácil.

El PAN comenzará a recolectar los frutos de lo sembrado; la corrupción, el abuso de autoridad, la falta de respeto a la ciudadanía y el desprecio por la Ley, comenzarán a rendir sus frutos. En su lenguaje “que Dios los agarre confesados”.