Los políticos deben tener claro que la madurez política tiene que ver, en gran medida, con el conocimiento, la capacidad y el entendimiento de asumir con toda responsabilidad cualquier cargo público que les sea encomendado, mucho más cuando el cargo es un mandato popular. Pero la demostración de una madurez consolidada tiene que ver con la capacidad de aceptar que los puestos públicos y los cargos de elección popular no son indefinidos, que existe un término y que se debe aceptar con responsabilidad.
Hace 15 años que el Partido de Acción Nacional llegó a gobernar el municipio de Guadalajara; 15 años ininterrumpidos en donde han tenido la oportunidad de integrar a sus cuadros y amigos dentro de la nómina municipal; 15 años que les dieron la oportunidad de madurar políticamente y consolidar cuadros políticos; pero el resultado es otro.
Hoy, a menos de una semana de que tome protesta el nuevo presidente municipal, podemos hacer un recuento de aquellos incidentes que se han presentado en el cierre de una administración panista que se niega a aceptar que su Partido no fue beneficiado por el voto de la mayoría; una administración repleta de claroscuros que pretende apoderarse de la nómina municipal y que actúa como niño “berrinchudo” al tomar decisiones que afectan ala administración y por consiguiente, a la ciudadanía tapatía.
Los escándalos y las decisiones arrebatadas han sido el “PAN de cada día”; la solicitud de licencia del presidente municipal para irse a trabajar como secretario de salud del Gobierno del Estado no sería criticable de no ser por las razones de fondo que motivaron dicho cambio, un escándalo de magnitudes inimaginables como lo es el de las Villas Panamericanas en donde, hasta ahora, no se han dado cuentas claras a la ciudadanía sobre el recurso público invertido.
Posteriormente se verifica uno de los sucesos más vergonzosos, irresponsables y abusivos que puede cometer una administración hacia el interior de la misma: la basificación de personal en el Ayuntamiento sin el sustento administrativo correspondiente, más de 100 personas que, según parece, se les agradece su colaboración con funcionarios panistas mediante, en algunos casos, con un aumento de sueldo injustificado y con garantizarles la permanencia en algún puesto. El acto es irresponsable ya que la administración municipal se enfrentará a una crisis económica el próximo año.
Ahora parece que “alguien” extrajo computadoras de las instalaciones del Ayuntamiento; no sólo se puede tipificar un robo a abuso de confianza, lo grave es que parece ser que dichas computadoras contenían información administrativa; será que alguien quiso ganarse una “lanita” con las máquinas o alguien quiere ocultar información.
Por último vemos la inmadurez y el carácter revanchista de la administración panista al negarle la solicitud que hizo el presidente electo al Cabildo para que le autorizaran realizar su toma de protesta fuera de Palacio Municipal; se entendería que los argumentos fueran el cumplimiento de los mandatos legales, la negativa por darle solemnidad al evento o conservar la tradición protocolaria, pero no, la negativa se da como venganza de los panistas por la realización de una manifestación que impidió dar el informe de actividades al presidente municipal y que se la adjudicaron al PRI.
Así las cosas sólo podemos esperar que termine el año y que entre en funciones la nueva administración. A los panistas hay que dejarles como reflexión para el próximo año, que analicen cómo después de 15 años en el poder, no han podido lograr consolidar un Partido que sepa gobernar y cómo no han podido obtener una madurez política que les permita estar a la altura de los triunfos y las derrotas electorales.
