La debilidad del Congreso frente al Dalai Lama

22 de septiembre de 2004



No cabe la menor duda de que nuestro país se encuentra sin líder, sin rumbo; no se percibe coordinación en la ejecución de las actividades propias de las instituciones políticas de México; es un hecho, la República requiere urgentemente que cada uno de los poderes: el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial cuente con personas que tengan una visión clara de lo que el país requiere y cuente con el liderazgo necesario para lograrlo.

No se escapa Institución Federal alguna de realizar actos u omisiones que contribuyen a que se siga viviendo en el escándalo. En los últimos días hemos sido testigos de la continuidad de acciones que generan, en el mejor de los casos, asombro y sorpresa; pero que también incrementan la desconfianza que los ciudadanos tenemos en su actuación y desempeño.

Por un lado tenemos un Poder que siempre se manejo con prudencia, que no se percibía la intención de ser protagónico en la arena de lo público; que si bien en algunas muy contadas ocasiones fueron cuestionadas sus resoluciones al final no se contaron con elementos suficientes que así lo probaran; no participaba del escándalo, no aparecía. Esa institución ahora se encuentra inmersa en un escándalo que nuevamente, en éste sexenio, pone al centro del debate su real autonomía política: me refiero a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la reunión que sostuvo uno de sus ministros con el presidente Fox y que presuntamente tuvo como fin el complot que el Gobierno Federal tiene en contra de López Obrador.

Hoy las explicaciones sobran, si bien es cierto que no tiene nada de extraño que el presidente se reúna con representantes de los otros Poderes de la Unión, lo cierto es que Fox se reunió en lo oscurito con el ministro de la corte, Mariano Azuela; encuentro que hace unos días el Gobierno negó rotundamente que haya tenido verificativo; el tema es ¿por qué lo que hoy no es nada raro lo que hace unos días ocultaron y negaron?

No es posible que éste gobierno continúe despreciando “las formas” que en muchos casos le adjudican al PRI pero que en los hechos no son un invento de los priístas, son la consecuencia de la sensatez que otorga la experiencia en el gobierno; “las formas” que tanto criticamos y que en su momento deseamos desaparecieran pero que hoy anhelamos su regreso; esas “formas” que también se puede llamar sentido común y del cual carece éste gobierno hubieran evitado que el presidente Fox se reuniera en lo oscurito con ese ministro de la corte en particular, de hecho pudo haberse reunido con cualquier otro pero con Azueta no; es un hecho público y conocido que entre Mariano Azueta y López Obrador existe un enfrentamiento desde hace mucho tiempo y que, además, el ministro cuenta con muchas relaciones en el PRI; esos antecedentes son los que debieron de haber tomado en cuanta para ver si reunían al presidente Fox con él.

El Hecho es que hoy la Suprema Corte de Justicia de la Nación se encuentra inmersa dentro de un escándalo del cual difícilmente saldrá sin pagar un alto costo.

En cuanto al Legislativo, es evidente que no termina por entender y asumir su papel dentro del actual contexto en que vive México; tenemos un Congreso de composición plural; particularmente en la Cámara de Diputados se percibe esa pluralidad y la representación de todos los sectores de la población.

En la Cámara de Diputados se cuenta con legisladores de organizaciones obreras, campesinas, empresariales, de líderes sociales de colonias y maestros; cuenta también con sectores y grupos sociales representados como personas con discapacidad, jóvenes, etcétera. Podemos señalara que es una Legislatura plural en todo el sentido de la palabra.

Lo lamentable es el hecho de que después de tres Legislaturas, de casi ocho años; después de que el PRI dejo de ser gobierno y gobierna otro partido distinto al que nos gobernó durante más de 70 años; después de reformas extraordinarias en materia electoral y del Estado; posterior a todo lo anterior nuestra Cámara de Diputados no ha logrado la madurez necesaria para convertirse en parte fundamental de un Poder que hasta ahora no a podido encontrar su lugar.

La Cámara de Diputados continúa sin ser el actor que el país requiere, un actor que equilibre al Ejecutivo, que sea el precursor de las grandes reformas; que sea un órgano reconocido y respetado por la población; no, no lo ha logrado y se ve muy difícil que en ésta Legislatura lo haga.

Siguen manejándose intereses muy particulares y no los generales que requiere la población; continúan tomándose determinaciones con una visión miope y de corto plazo, en lugar de tomarse con una visión amplia y de largo plazo.

Además de lo anterior, ahora vemos como los intereses económicos internacionales toman como rehén al Congreso y particularmente a la Cámara de Diputados; intereses de un solo país de China.

Si bien China había dado muestras del poder económico que ejerce en nuestro país al desplazar del mercado a muchos empresarios mexicanos, al llevar a la quiebra a muchas empresas en México; hoy el tema no es menor y debemos prestar particular atención por las consecuencias que puede tener; hoy China nos ha dado una muestra del poder político real que tiene sobre el presidente Fox y nuestros Legisladores; es un hecho que el Gobierno Federal y la Cámara de Diputados sucumbió ante un embajador; es un hecho que nuestras instituciones están siendo manipuladas por intereses extranjeros que nos utilizan como mercado y ahora para operar sus estrategias políticas; hoy los mexicanos gracias a nuestros diputados y al presidente Fox somos rehenes de los Chinos, que lamentable es ver como las instituciones de un país se ven manipuladas por los intereses de otro, vamos ni siquiera Estados Unidos logró ha logrado tal manipulación de nuestras instituciones.

El caso es muy sencillo, hace algunos meses la Cámara de Diputados acordó que invitaría al XIV Dalai Lama; lo invitaría en su calidad de Premio Nobel de la Paz para que diera un mensaje a los legisladores; el evento es como muchos que se realizan en las instalaciones de la Cámara de Diputados en donde se pretende que distinguidos hombres y mujeres con reconocimiento nacional e internacional tengan contacto con los Legisladores.

Inmediatamente después la Embajada de China en México comenzó a cabildear para evitar que cualquier funcionario público o Institución Política de México recibiera al Dalai Lama; hasta hace algunos días la Cámara de Diputados mantenía su posición de recibirlo exigiendo que la Embajada respetara una determinación de un Poder del Estado mexicano: que orgullo para nosotros tal posición. Pero ahora que pasó, de un día para otro, con un proceso en lo oscurito y arrebatado la Cámara de Diputados determinó cambiar el lugar dispuesto anteriormente para recibir al Dalai Lama y justifica su acción señalando que no quiere generar un problema con China: que triste papel.

El tema es muy sencillo quienes le están manejando la visita del Dalai Lama a México como visita de estado son los propios Chinos y ahora Fox y los diputados, que triste es ver como un país secuestra, manipula y chantajea a nuestros poderes, pero lo más triste es ver como la debilidad de nuestros diputados no se manifestó con una guerra de otro país, no se percibió con un bloqueo económico, no la debilidad se demostró en la invitación a dialogar con un hombre que lo único que realiza es ir por el mundo dando un mensaje de paz, un simple monje tibetano.