La esperanza en sólo un hombre

28 de enero de 2009



El tema que acaparó las primeras planas de los principales diarios del mundo fue la denominada "histórica" toma de protesta, como presidente de los Estados Unidos de América, del demócrata Barack Obama. Uno de los acontecimientos más significativos de lo que es la política y economía mayormente globalizada, fue el interés de la mayor parte de los ciudadanos del planeta por ver el acontecimiento, en donde un hombre de raza negra, logra lo que hasta hace algunos meses, como aspirante y candidato, parecía imposible, ser el presidente de la principal potencia mundial.

Obama se erigió como el candidato del mundo, en la esperanza de las minorías en Estados Unidos; para todos personifica la opción del mundo para disminuir las guerras, de resolver los dilemas y la crisis del sistema capitalista que regula la economía mundial y que ha llevado a la pobreza a millones de seres humanos.

La buena imagen de Obama en el mundo ha colocado a muchos líderes antiestadounidenses en la incómoda posición de tener que escoger entre bajar el tono de sus insultos cotidianos contra "El Imperio" o quedar fuera de contexto ante la esperanza de sus propios pueblos.

Las señales que hasta ahora ha enviado el nuevo presidente son halagüeñas para el Continente Americano; ha dado muestras del interés por tender puentes de comunicación con todos los países y se vislumbra una nueva política económica, encabezada por nuestro vecino del norte.

Dentro de ese escenario ¿qué podría esperar México? La realidad es que no mucho; el presidente Obama ya habló sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y lo expuso como en muy pocas ocasiones lo hace, sin puntualizar acciones concretas, más un mensaje moderado sin comprometerse; no definió si podrá haber una renegociación o no. En cuanto a la materia de migración, no se considera un tema urgente, sólo lo relacionado con la seguridad nacional.

México enfrenta un gran reto ante la nueva presidencia norteamericana, seguir siendo el "patio trasero" y esperar a que mejore la economía de nuestro vecino del norte para, luego entonces, comenzar a implementar acciones que intenten mejorar la nuestra o, convertirse en lo que nunca ha sido: un verdadero socio comercial.

La fórmula es fácil, no existe otra manera de hacerlo: la política económica de México debe ser atractiva para que contribuya a impulsar la de nuestro vecino, de otra forma no será prioridad para el gobierno de Obama.

Es por eso que, adicionalmente a lo anterior, es fundamental que los partidos políticos postulen a sus mejores hombres para integrar la Cámara de Diputados del Congreso mexicano. Sabemos que es muy difícil tenerlos y mucho más postularlos, pero deben ser los más preparados, sensatos y responsables, no debe ser prioritario el que sean populares o no, lo importante es que estén a la altura de las circunstancias y puedan apoyar al presidente.

Es un hecho que el Congreso General es orientado por las denominadas "burbujas" parlamentarias de cada Partido con representación, pero hoy más que nunca se requiere que las "burbujas" cuenten con un mayor número de legisladores con conocimiento, experiencia y alta capacidad.

Los partidos deben estar consientes de que es el momento de demostrar su compromiso con México y los electores debemos asumir nuestra responsabilidad de votar por los mejores hombres, independientemente de si son simpáticos o populares, ya que no olvidemos que no siempre la popularidad va acompañada de capacidad.

El próximo 5 de julio no estará en juego el destino de los partidos o la gobernabilidad del presidente Calderón, lo que se está jugando es el destino de México y su pueblo.