Sin Periodo Extraordinario

11 de junio de 2004



Hoy podemos dar por un hecho que definitivamente no habrá Periodo Extraordinario de Sesiones del Congreso de la Unión. Puede afirmarse lo anterior pues si bien es cierto que, tanto las coordinaciones de los diferentes grupos parlamentarios como el propio ejecutivo federal, han explorado la posibilidad de que se convoque a dicho periodo extraordinario, las realidad es que no existen condiciones para ello.

Los indicios han sido numerosos pero podemos resaltar los dos últimos que por su relevancia nos puede indicar claramente nuestra afirmación anterior.

El primer acontecimiento tuvo que ver con el Grupo Parlamentario mayoritario en la Cámara de Diputados, el del PRI. Los hechos: el lunes de ésta semana su coordinador, Emilio Chuayffet Chemor, convocó a los otros 223 diputados integrantes del grupo parlamentario para que se lleve a cabo una reunión plenaria por la noche; en dicha reunión se contempla, dentro de la agenda a desahogar, la posibilidad de poner a consideración de los diputados el que se convoque a un Periodo Extraordinario de Sesiones para tratar el tema de la reforma política.

Como el tema es complejo y tiene implicaciones directas con los Partidos Políticos, el propio Emilio Chuayffet contempló, como trabajo preparativo a la plenaria, el que se instalaran mesas temáticas de trabajo integradas por diputados para que analizaran la reforma y comenzaran a delinear la posición que el PRI asumirá en los temas más relevantes, por lo que convoco a que los diputados asistieran por la mañana e instalaran las mesas de trabajo.

Lo anterior tenía como principal fin que el propio coordinador del Grupo Parlamentario del PRI, Emilio Chuayffet, pudiera medir y explorar la posibilidad de proponer a la Junta de Coordinación Política el convocar a un Periodo Extraordinario de Sesiones con el apoyo de la mayoría de los 224 diputados del PRI, pues es un hecho que no se arriesgaría a proponerlo a la Junta de Coordinación Política y después en la Comisión Permanente sus propios compañeros de partido rechazaran la propuesta.

Los resultados de lo anterior fueron: poca asistencia de los legisladores priístas a la instalación de las mesas temáticas (no le dieron importancia); desaire al coordinador de la bancada priísta al no asistir al evento para el que fueron convocados; y, por lo tanto, la generación de temor en su coordinador para poner a consideración de la plenaria priísta la posibilidad de convocar a un Periodo Extraordinario de Sesiones.

El segundo indicio, que no por ello menos importante, es el que ayer se ventiló en los medios de comunicación: la grave situación económica por la que atraviesa el Comité Ejecutivo Nacional del PRI; situación que llevó a su dirigente nacional, Roberto Madrazo Pintado, a exponer ante el Consejo Político Permanente del PRI un panorama crítico sobre la situación financiera del PRI y posteriormente propuso hipotecar los edificios que conforman su sede nacional por un monto de 145 millones de pesos. El indicio no es menor ya que seguramente los recursos pretenden ser destinados a las campañas electorales que en lo que resta del año tienen verificativo en 13 Estados de nuestro País lo que demuestra que la prioridad del PRI son las elecciones locales.

Así las cosas podemos hacer nuestras predicciones sobre la posibilidad real de que se lleve a cabo un Periodo Extraordinario de Sesiones en el Congreso de la Unión.

El tema para nuestro gobierno y los Partidos Políticos en el País son otros rubros; lo importante para el Congreso hoy por hoy no son las reformas que el País requiere, no son los cambios estructurales que en materia de energía, fiscal y de pensiones requiere la República; no, no son prioridades; las verdaderas prioridades son las elecciones que tendrán verificativo en el País y que seguramente sus resultados influirán de manera directa dos aspectos: el primero quienes serán los candidatos de cada uno de los Partidos Políticos y segundo qué partido político tiene mayores posibilidades de ganar la presidencia de la República.

Los ciudadanos podemos esperar, nuevamente y sin muchas esperanzas, a que el próximo Periodo Ordinario de Sesiones, que inicia el primero de septiembre, se contemplen los temas prioritarios para la Nación y no exclusivamente para los propios Partidos representados en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República.

La responsabilidad es de todos, pero mayormente de aquellos que actualmente están en condiciones de acercarse e influir en los legisladores; es decir, la responsabilidad recae principalmente en los sectores productivos del País, en aquellos que pueden impulsar su desarrollo y que generan fuentes de empleo, en las organizaciones empresariales; señores más que enviar cartas a los legisladores e intentar hacerles marcaje personal, acciones que considero no aportan mucho, los exhorto a que trabajen con ellos a que les acerquen información y propuestas concretas para la toma de decisiones. También ustedes son responsables de la falta de reformas, reiteren su compromiso en los hechos y asuman responsabilidad como factores reales de poder.

De no hacerlo, el desarrollo y futuro de México estarán en mayor riesgo del que se encuentra hoy.

Reitero, por el bienestar de los mexicanos, por nuestro futuro como nación, por la viabilidad como País,  realmente anhelo que no tengamos que aplicar lo afirmado en la segunda parte de la toma de protesta del mandato a los Legisladores “que la Nación se los demande”.