Un gobierno en declive

20 de febrero de 2009



Es cierto que en cada año electoral Partidos de oposición, grupos empresariales, organizaciones criminales y hasta miembros del Partido en el gobierno, desatan sendos ataques en contra de quienes consideran sus adversarios políticos u obstáculos para alcanzar sus intereses económicos o criminales, particularmente en contra de funcionarios de gobierno; esta costumbre tiene un claro fundamento, todos piensan en el costo o beneficio electoral que traerá determinada acción y saben de la vulnerabilidad de los funcionarios cuando son atacados o evidenciados en época electoral.

Los Partidos de oposición ya comenzaron su estrategia para intentar generar una mala imagen del gobierno que encabeza Felipe Calderón; sus argumentos van desde la incapacidad que ha demostrado para tener el control político del país, así como por sus propuestas para enfrentar a la delincuencia y a la crisis económica por la que atravesamos; lo más interesante es que lo han evidenciado en su transformación de candidato del empleo a presidente del desempleo; seguramente que aunado a los fracasos y la corrupción del gobierno de su antecesor, Vicente Fox, contribuirá a que los partidos de oposición logren hacer reflexionar al electorado para que no vote por el PAN.

En cuanto a la delincuencia organizada y grupos criminales, podemos verificar que, aparentemente cambiaron de estrategia y le están apostando a jugar con las “reglas democráticas” para lograr sus objetivos; ahora se aprovechan de la pobreza de nuestro pueblo y contratan a personas para realizar manifestaciones “sociales” en contra del Ejercito Mexicano; ¿por qué? es muy simple, le está apostando a que mediante acciones, presuntamente democráticas, el gobierno retire al Ejercito y así los delincuentes puedan seguir con sus “negocios”. La delincuencia ha retado al gobierno en todos los sentidos y las acciones gubernamentales no han logrado encontrar el talón de Aquiles de la delincuencia.

Por otra parte tenemos al denominado “fuego amigo” que están sufriendo algunos integrantes del gabinete del presidente Calderón; los casos como el del secretario de Comunicaciones y Transportes reflejan, además de la realidad del manejo político de algunos funcionarios, que el chantaje y espionaje siguen siendo instrumentos políticos que utilizan para debilitar al presidente o deshacerse de funcionarios incómodos.

Los grupos panistas contrarios al presidente están realizando acciones para buscar ser considerados en las candidaturas y en la administración pública, pero dichas acciones están debilitando la imagen del presidente y su administración.

El presidente debe estar atento a los mensajes de sus operadores, no puede permitir que sus aliados sigan ocultando la realidad, como el secretario de Hacienda al declarar que no habría crisis económica en México, o la de los secretarios que afirman que la seguridad pública está garantizada.

Imagine usted las declaraciones del presidente de la Mesa Directiva del Senado, el panista Gustavo Madero Muñoz, con relación al escándalo del secretario de Comunicaciones y Transportes: "Tenemos que ser muy cuidadosos de no caer en lo que viene a ser el juego de este manejo de la imagen de los servidores públicos a través de información anónimas, filtraciones, acusaciones, críticas, no de uno sino de muchos de los funcionarios de esta administración". Imagine usted justificar lo que escuchamos con la simplista afirmación de que es un juego; ni usted ni yo creemos que sea un juego escuchar como el secretario del ramo le habla a uno de los integrantes del organismo que regula muchas actividades de la secretaría y lo cita como si fuera su empleado, o como Luis Téllez se refiere al secretario del Trabajo; eso no se puede permitir, no es un juego.