Una conmemoración que refleja nuestra realidad

13 de febrero de 2010



Nuestro país festeja la conmemoración de los 200 años de la gesta fundacional y los 100 años de la Revolución Mexicana; eventos que nos recuerdan la importancia de contar con actores políticos responsables, a la altura de su tiempo, que aporten las necesarias ideas y acciones que puedan transformar al Estado mexicano.

Cómo no recordar aquellos extraordinarios legisladores del Constituyente del 24, entre los que se encontraban extraordinarios jaliscienses que aportaron su talento, compromiso y visión para aportar los grandes conceptos que dieron origen a la Constitución del México independiente.

Cómo no reconocer el trabajo realizado por grandes hombres que lograron reflejar las necesidades de un pueblo y su sistema político en nuestra Carta Magna en 1917. Cómo no reflexionar sobre la necesidad de que México y Jalisco cuenten con legisladores responsables que puedan equilibrar sus aspiraciones personales con las necesidades legislativas de nuestro país.

La actual Legislatura del Congreso del Estado debe responder a la demanda social de actuar con responsabilidad, honestidad y con visión a futuro; el contexto no facilita las cosas ya que será esta Legislatura la que viva el proceso electoral que definirá al titular de la gubernatura del Estado, a los 125 presidentes municipales y a los diputados locales y federales.

La tentación de los legisladores por actuar con una visión netamente partidista o personal será el principal lastre para que impulsen las grandes reformas que nuestro Estado requiere; no por ello es imposible que algunos de ellos tengan clara su responsabilidad y actúen en consecuencia.

Jalisco requiere de un Congreso que cumpla con su principal función de legislar, pero también con su función fiscalizadora y como contrapeso del Poder Ejecutivo; Jalisco no puede permitirse tener otra Legislatura gris y cuestionada; la responsabilidad también es de los Partidos, deben exigir a sus diputados que trabajen con todo vigor para reflejar sus plataformas electorales en reformas legislativas; los Partidos deben obligarlos a que cumplan con su obligación de actuar dentro del marco de la Ley, con transparencia e informando a la ciudadanía mediante la rendición de cuentas.

Jalisco no puede esperar, independientemente de la lucha partidista, los legisladores deben pensar que requieren transformar un Congreso caracterizado por la opacidad y lo arcaico de sus procesos y sistemas, en un Congreso transparente, moderno y eficaz.

Los diputados locales deben privilegiar el contar con los mejores hombres para que aporten su talento y capacidad en los trabajos que realizan los legisladores, que el aparato administrativo no sea utilizado, únicamente, como premio para aquellos que apoyaron las campañas.

Los legisladores deben pensar en cómo quieren que esta Legislatura del Bicentenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución pase a la historia; cómo quieren que en el corto plazo y a futuro se refieran a ellos: como una Legislatura más, que pasó como si no hubiera existido; como otra más que privilegió los acuerdos políticos entre autoridades y Partidos por encima de las necesidades de los jaliscienses; como un espacio para dar trabajo a amigos y compromisos de campaña; como un instrumento partidista para ganar elecciones; o, como la Legislatura que inició una nueva etapa de desarrollo político en el Estado; como aquella que priorizó la transparencia y la rendición de cuentas; como una Legislatura que contó con las mejores mujeres y hombres para el trabajo legislativo; como lo que debe ser y tiene que ser.