Y ¿El crecimiento?

27 de febrero de 2004



Si bien es cierto que la información generada y publicada en los últimos días se centra en temas como el de la presunta corrupción y malos manejos del dirigente nacional del Partido Verde Ecologista de México, Jorge Emilio González “el niño verde”, la realidad es que perdimos de vista un indicador que más que alertarnos sobre la corrupción y malos manejos que se realizan en todos los partidos políticos y que además es un tema público y conocido por todos, es un tema que nos alerta sobre el futuro de nuestro país.

No es posible que en pocos días un hecho tan importante como el crecimiento de México sea desplazado por otro que genera morbo y que, en su caso, las instancias correspondientes determinarán lo conducente.

A poco más de la primera mitad de sexenio, el país está en condiciones de realizar una primera evaluación del gobierno de Fox. Lo que en otros sexenios fue la cúspide de cada gobierno en turno, en donde el presidente en funciones obtenía la aprobación de la mayoría y contaba con los hilos de poder en sus manos, Fox demuestra que realmente es el presidente del “Cambio” pues a poco más de tres años su aprobación va en decadencia y nunca llegó a tener los hilos del poder, ni los tendrá.

En relación a las evaluaciones y el seguimiento de la primera mitad del sexenio del presidente Fox podemos hacer un juicio real y objetivo mediante los indicadores económicos y demográficos que se utilizan para éstos análisis y que se traduce en lo que éste gobierno ha reflejado con sus acciones y su dirección para el pueblo de México.

Las conclusiones que arrojan los respectivos indicadores no son nada halagüeñas. Las referencias no pueden engañarnos, el crecimiento económico que ha tenido nuestro país en esta primera mitad del sexenio es el más bajo, y por mucho, de los últimos 6 sexenios; esto es, durante los últimos 30 años no existió gobierno alguno que registrara el crecimiento tan bajo en los primeros tres años de su mandato; de hecho podemos decir que es el crecimiento más bajo registrado en la historia de México.

Reflexionemos cómo piensa y actúa nuestro presidente al hablar sobre su promesa de crecer a un 7 por ciento anual “en el 2001 crecimos cero por ciento, en el 2002 crecimos el uno por ciento y en el 2003 el dos por ciento, vamos bien ya nos estamos acercando al siete por ciento” sólo para la reflexión.

Para hacer referencia a la magnitud del problema podemos citar como ejemplos: el gobierno de Luis Echeverría, que registró un crecimiento de seis punto seis por ciento; tenemos el de José López portillo, criticado más que nunca después de fallecido, que registró un siete punto tres por ciento; posteriormente tenemos el de Miguel de la Madrid, que fue de punto siete; continuando tenemos el de Carlos Salinas de Gortari, que registró un cuatro punto cinco por ciento; por último tenemos el de Ernesto Zedillo Ponce de León, quien logro un uno punto nueve por ciento.

El análisis se vuelve aún más revelador al reflexionar sobre las críticas que les hemos hecho a dichos gobernantes, hay que hacer memoria y pensar qué concepto tenemos de cada uno de los cinco expresidentes; podría ser de rateros, de corruptos; en otros casos de autoritarios, antidemocráticos; o bien grises, tibios; pues bien, ellos lograron un crecimiento mayor que el que hasta ahora está logrando Fox.

Son treinta años de historia, de gobierno; son cinco presidentes de la república con diferentes visiones de país, con diferentes rumbos y prioridades; con tintes ideológicos y económicos diversos; son gobiernos que nos sirven de parámetro para analizar el actual; y hoy, en materia de crecimiento, a la mitad del sexenio podemos decir que el gobierno de Vicente Fox ha logrado un cero punto seis por ciento de crecimiento para nuestro México.

La reflexión que podemos hacer con los elementos y referencia que tenemos es que: una cosa es el “país de las maravillas” en donde vive Fox y otra son los indicadores que nos dicen que hemos tenido, como país, el crecimiento más bajo en los últimos treinta años; podemos decir que una cosa es nuestra realidad y otra la que nos pinta el marketing de Fox; o, en el peor de los casos, la que le pintan sus asesores y el presidente quiere transmitir; o bien la tan temida y devastadora autocomplacencia en la que puede estar incurriendo el presidente Fox.

Debemos dimensionar lo que son treinta años, podemos traducirlo a tres generaciones de mexicanos. Igualmente pueden ser ejemplificados los treinta años al desarrollo de una persona que de ser un niño que cursa los seis años de la educación primaria; posteriormente los tres de secundaria; en seguida otros tres de bachillerato o preparatoria; otros cinco de carrera profesional y después entra formalmente a trabajar como profesionista durante más de diez años; que seguramente se caso y procreo algunos hijos; pues bien esa persona se encuentra con que a la mitad de éste gobierno que generó grandes expectativas de crecimiento es ese mismo gobierno quién le ha dado al país el crecimiento más bajo en su vida.